Mercenarios: hazte rico o muere

Publicado en por orisel

...El verdadero disfraz de Yoani es su apariencia cotidiana. Cuando fue llamada por su nombre y apellidos para intervenir, el espectáculo mediático alcanzó su paroxismo: frente al micrófono, se arrancaría la peluca en gesto farsesco, para supuestamente descubrir su identidad. ¿Qué importaba entonces lo que dijera? El habitual escenario académico se transformaba en la plataforma de un show mediático contrarrevolucionario, en el espacio de un estéril ciber-chancleteo. Era una pésima puesta en escena, pero una puesta, al fin y al cabo.

Exponen sin recatos los sueños permitidos: una casa, un carro, una buena vida. Cuando dicen que la Revolución los ata, no se refieren a inexistentes pretensiones de vuelo: quieren decir que la Revolución no los deja ocuparse de sí mismos, hacer mucho dinero, divertirse en fiestas privadas...


Esas fueron las palabras de
Enrique Ubieta Gómez periodista cubano que demuestra solo las verdaderas intenciones de aquellos que quieren hacer ver una imagen difusa de la Revolución Cubana, aquella que ha estado por 50 eneros luchando contra el imperio que ha tratado de derrocarla y que no se da por vencido,  y a recurrido a esta serie de personas en un intento descomunal de despretigiarnos, pero no se lograra su objetivo ya que millones de cubanos, no dejaremos que eso pase solo por unos cuanto a los que se les compra por dinero y comodidades de una sociedad que no es la nuestra. Pero cubanos dignos y patriotas no se preocupen, nosotros los jóvenes no dejaremos caer esta revolución que tanta sangre y esfuerzo ha costado, y que seguiremos construyendo porque la obra no está terminada aún, todavía falta mucho camino por recorrer.

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C
<br /> Si analizamos con detalle los discursos y las consignas que mueve la historia de Yoani encontramos dos núcleos alrededor de los que circulan los torpedos mediáticos: la juventud e Internet.<br /> <br /> Desde mi punto de vista, éstas son las dos consignas que orientan el periodismo bélico contra Cuba. Y son éstas, porque el “target” hacia el que se dirigen los ataques son “los jóvenes cubanos”.<br /> Tanto los científicos sociales cubanos como los estadounidenses, hace tiempo que localizaron en los jóvenes una potencialidad contrarrevolucionaria o “disidente” digna de tener en cuenta cuando se<br /> lleva tiempo tratando de conformar una “disidencia interna” capaz de dinamitar el proceso revolucionario desde dentro. Con el caso de Payá el punto de mira se localizó en “la sociedad civil” y se<br /> promovieron y financiaron todo tipo de ONG y asociaciones capaces de insertarse en el entorno cubano. Lastrados por una visión prepotente y paternalista de la sociedad cubana estos intentos<br /> hicieron aguas.<br /> <br /> El medio ideal para llegar a los jóvenes cubanos no podía ser otro que Internet. A falta de una reflexión en la isla sobre las potencialidades y límites de las nuevas tecnologías y ante el furor y<br /> mitificación mundial que despiertan entre los jóvenes de todo el mundo, no parece que hubiera muchas opciones. En las guerras siempre es necesario localizar un objetivo y acotar el campo de<br /> batalla. A todo ello se suma el componente unificador que representa el mito Internet como símbolo de la libertad individual. De nuevo, recurrimos al teórico de la propaganda estadounidense cuando<br /> decía de los símbolos que “hacen por las bases lo mismo que los privilegios hacen por las jerarquías: preservar su unidad” (Lippman)<br /> <br /> <br />
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